Huérfanos, prófugos, niños de la “calle” o procedentes de familias muy pobres que no consiguen disponer de sus necesidades: esto son los principales destinatarios de los proyectos de Apoyo a Distancia (SaD). Es una acción que ayuda a la personas sin quitarlas de la realidad en la que viven, permitiéndoles una vida digna ( comidas regulares, ropa, asistencia médica y educación) gracias a una contribución económica regular entregada por un suscriptor y organizada por congregaciones misionarias, diócesis, organizaciones no gubernamentales o asociaciones presentes. Quien “adopta” a distancia a un niño tiene tal vez la posibilidad de escribirle y de ponerse al día sobre sus condiciones de vida y sobre las metas alcanzadas.
Existe también una forma de SaD que no prevé la relación directa con el niño, sino el soporte a microproyectos a favor de un grupo de menores: la construcción de una comunidad-alojamiento, el comienzo de una escuela “de calle”, la gestión de una campaña de vacunación o de un departamento pediátrico.
Concluyendo, hay una variante renovadora del tradicional Sad. No se trata de enviar dinero para un solo individuo, sino de sostener un proyecto a favor de una comunidad en dificultad. Así el beneficio se extiende también a los adultos con iniciativas que mejoran la vida colectiva: actividades escolásticas, de formación profesional, de prevención sanitaria, de defensa de los derechos.
El SaD no tiene que ser considerado como una forma ocasional de beneficencia, sino como una ayuda estable y prolongada para dar, a quien se encuentra en situaciones de desventaja, la posibilidad de rescatarse autónomamente, utilizando los recursos del propio ambiente y de la propia cultura, sin estar obligados a emigrar y a dejar el proprio entorno familiar y comunitario.
El Ayuntamiento de Torino se ocupa del Apoyo a Distancia desde 2003.
Guía para el Apoyo a Distancia
Lista de las asociaciones presentes en el territorio.